Tóners


Reducir, reusar y reciclar: el mundo de los tóners reciclados

Es imposible medir la huella que dejamos en el medio ambiente. Cada acción, por sencilla o inofensiva que parezca, puede acarrear ciertos daños a nuestro planeta. Desde dejar el cargador conectado hasta pisar la grama, existen conductas que podemos reformar o reencauzar para aportar un grano de arena a nuestro único hábitat, la Tierra.

cartuchos de tinta y toner reciclados

Esto es fuertemente sugerido a la hora de hablar de consumibles para impresoras, léase cartuchos de tinta y tóners. Estos componentes son responsables de toneladas de desechos plásticos y químicos al año, y además, adquirirlos de fábrica constantemente genera gastos que pueden ser fácilmente recortados… algo de lo que nadie se quejará, seguramente.

Para que conozcas un poco más sobre los tóners reciclados, vamos a empezar por lo básico: ¿Qué son los tóners, y cómo se reciclan?

Qué son: Usamos la palabra tóner para referirnos tanto a los receptáculos como al polvo de tinta empleados por algunas impresoras, tal es el caso de las que funcionan mediante mecanismos láser.

Esta tinta granulada está cargada eléctricamente, y se traspasa al papel mediante un proceso de adhesión y posterior fundición, aplicando calor a la misma.

El polvo de tóner está compuesto principalmente de hierro y carbón, pero la fórmula varía para cada empresa productora, y existe un sinfín de aditivos que pueden añadirse a esta mezcla, como cobre, plástico, o cromo.

Una vez que el tóner se acaba, existen dos opciones: desecharlos de manera convencional (y generar un nivel de contaminación considerable) o reservarlos para ser remanufacturados. Sin duda alguna esta última opción es la más favorable para el planeta, y además para nuestros bolsillos.

Este proceso de remanufacturación o reciclado, a grandes rasgos, consiste en tomar el cartucho vacío, reemplazar ciertos componentes que no pueden ser reutilizados, y volver a llenar el cartucho con polvo de tóner.

Puesto así suena sencillo, pero este proceso es mucho más complejo, y varía de acuerdo a las preferencias de cada casa recicladora. Veamos algunos de los pasos más usuales para el reciclaje de tóner.

Cómo se remanufacturan los tóners:

reciclar toners

Primer paso: La revisión.

Lo primero que suele realizarse es un estudio exhaustivo del estado del tóner a reciclar. En este paso se determinan los componentes que pueden ser reutilizados en el “nuevo” tóner, y se descartan aquellos cuya vida útil está totalmente acabada. Todo esto se realiza de acuerdo a una normativa interna, que busca garantizar la calidad y el buen funcionamiento del producto reciclado.

Segundo paso: Reciclaje de materiales.

Todas aquellas piezas o componentes que no pasaron el primer corte no se tiran a la basura sin más. Se desarman y son enviados a centros de reciclaje, de acuerdo a los materiales que sean y el aprovechamiento que se le pueda dar a los mismos. En el caso de los tóners, la mayor parte de la materia es plástica, por lo que son una “mina de oro” para practicar el reciclaje.

Tercer paso: Limpieza y restauración.

En esta etapa se toman todos los receptáculos vacíos y se procede a devolverlos lo más posible a su estado original. Esto se realiza mediante procesos intensivos de limpieza, empleando tecnología de punta. Una vez que los cartuchos de tóner quedan como nuevos y completamente limpios, podemos seguir avanzando en esta cadena.

Cuarto paso: Relleno y sellado.

Para retornar el polvo de tóner al recipiente plástico se emplean técnicas de relleno automatizadas, de esta forma se garantiza que cada uno de los cartuchos contengan la misma cantidad, y se controlan en base a una cifra específica de peso.

Luego de la fase de relleno se procede al sellado del nuevo tóner. Este procedimiento sigue los lineamientos empleados por las casas fabricantes, por lo que el producto reciclado no presenta ningún tipo de fugas o escapes.

Quinto paso: Ensamblaje.

Como podrán suponer, rehacer un tóner no se limita a rellenarlo. El siguiente paso en la línea de producción es ensamblar las partes restantes que constituyen al tóner, léase rodillos, obturadores, etc. Depende de las políticas de la casa productora, en esta etapa se emplean materiales completamente nuevos o materiales derivados del reciclaje, en mayor o menor proporción.

Sexto paso: La evaluación.

Llegados a este punto, el tóner remanufacturado está totalmente constituido y debería desempeñarse a la perfección. Esto es lo que se demuestra en este paso, sometiendo al producto a diversos exámenes en materia de impresión y rendimiento, siguiendo los estándares que marca esta industria. Aquí puede constatarse el buen funcionamiento del nuevo tóner, o rectificar en el armado si es necesario.

Séptimo paso: Embalaje.

Igual de importante que la fabricación del tóner es su correcto embalaje. El procedimiento más frecuente y recomendable en el sector es el de colocar el tóner en empaques estáticos y posteriormente sellar el paquete usando calor. Una vez realizado todo este proceso, el tóner está listo para ser distribuido y comercializado. ¡Como nuevo!

¿Un tóner reciclado es tan bueno como uno nuevo?

Un cartucho de tóner reciclado correctamente debe comportarse de manera idéntica a uno nuevo. Los métodos de producción en uno y otro son bastante similares, por lo que el único factor que puede inclinar la balanza es la calidad que exista en el momento del ensamblaje. Se recomienda, en este orden de ideas, adquirir productos remanufacturados de empresas que tengan credibilidad y que aseguren artículos de buena calidad, si no, se corre el riesgo de salir perdiendo.

Cabe acotar que los tóner reciclados brindan un rendimiento igual (algunas veces incluso mayor, debido al uso de mejores componentes en el reciclado) que los productos originales, a la vez que reducen el costo hasta en un 50%. Todo ventajas, aunque parezca mentira.

Otra duda frecuente que presentan los consumidores es si emplear cartuchos de tóner o de tinta reciclados puede ocasionar algún tipo de daño a la impresora. La respuesta es que es tan probable que suceda esto con un cartucho reciclado como con uno original, esto quiere decir, una probabilidad mínima de que pase.

¿Por qué reciclar tóners?

Para muchos lectores, quizás la compra y el uso de tóners reciclados suene como un negocio arriesgado, por lo que siguen prefiriendo adquirir los consumibles de marca, en detrimento de aquellos remanufacturados. Pues bien, aparte de contar con una calidad constatable, existen más motivos para optar por la opción del reciclaje en esta materia.

Comencemos por el más obvio de todos, el ahorro monetario. Los consumibles reciclados, ya sean tóners o cartuchos de tinta, siempre serán más económicos que los productos originales. Adquirir la versión reciclada puede suponer un ahorro de 20, 30, o hasta 50% en algunos casos.

Luego está el factor ambiental. La suma de desperdicio que genera cada cartucho descartado ronda el kilogramo. Un kilogramo de plástico (¡por cada cartucho!) que tardará cientos o miles de año en descomponerse por completo, tiempo durante el cual será un agente contaminante para el planeta. Esto sin sumar a la ecuación los recursos no renovables que se emplean en la fabricación de cada cartucho (y se estima que se fabrican unos 400 millones cada año).

Esto significa que cada vez que optamos por comprar un nuevo cartucho estamos minando el éxito de la industria de los consumibles reciclados. Al hacer esto, generamos toneladas y toneladas de basura no degradable, de una manera totalmente innecesaria. También contribuimos a la pérdida de recursos naturales no renovables, gastamos más de nuestro dinero, y todo esto por obtener un producto de calidad virtualmente idéntica a la de ese que no queremos adquirir. Con todos estos argumentos,

¿por qué no reciclar?